La consigna cumple un papel fundamental ya que orienta y organiza la actividad de los estudiantes, pauta los resultados esperados por el docente y explicita al estudiante cuál es el marco de referencia, el contexto, propuesto para esa tarea en particular. Asimismo la consigna media ante el propósito de aprendizaje que el docente espera de los estudiantes y la interpretación que los estudiantes hacen de lo que el docente espera que realicen.
Constituye un texto que configura las acciones mentales en los aprendices ya que en su formulación intenta regular, ordenar y dirigir las operaciones a realizar: define las acciones y estimula el tipo de actividades de lectura y escritura a realizar (Riestra, 2002).
Se espera, entonces, que las consignas estén redactadas de forma precisa y definan claramente las operaciones congnitivas que la tarea demanda, sin embargo aún cuando la consigna cumpla esos requerimientos es posible que el docente concluya que los estudiantes no entienden la consigna. Podría decirse también que su interpretación no coincide con la esperada por el docente y mejor aún que no todos los estudiantes interpretan la misma consigna de igual forma.
La falta de correspondencia entre las expectativas de los maestros y el desempeño de los alumnos parece ser inevitable debido en parte al amplio espectro de experiencias, repertorios individuales y recursos situacionales en los cuales se apoyan los estudiantes para interpretar las consignas. Pero en parte también debido a la naturaleza misma de muchas de las consignas de escritura: poco estructuradas (ill-structured, ill-defined), abiertas y escasamente susceptibles, salvo excepciones, de desencadenar una única y correcta respuesta posible (Vázquez, A. 2007).
La escritura de la consigna brinda al docente la posibilidad de reflexionar sobre los procesos que se intenta promover en los estudiantes.
Ofrecemos algunas pautas a tener presente en la formulación de consignas:
En el ámbito virtual la tarea propuesta y la consigna debe contemplar las posibilidades de la tecnología con que cuenta el equipo para comunicarse. Es recomendable en este ámbito ofrecer siempre canales de comunicación para que los estudiantes presenten dudas y comentarios en relación a la tarea. En este caso el docente deberá clarificar cómo será la comunicación, cuáles serán los objetivos y los tiempos/ o momentos de respuesta.
Referencias
Riestra, D. 2002. Lectura y escritura en la Universidad; las consignas de las tareas en la planificación de la reenseñanza de la lengua. RIIL, Revista del Instituto de Investigaciones Lingüísticas y Literarias Hispanoamericanas 15:54 – 68
Vázquez, A. 2007. Consignas de escritura: entre la palabra del docente y los significados de los estudiantes. Colección de Cuadernillos de actualización para pensar la Enseñanza Universitaria. Re-conociendo los problemas educativos en la Universidad. Disponible en: http://www.unrc.edu.ar/unrc/academica/pdf/vazquez-set07.pdf [consultado 13/10/2014]