La reflexión pivotal que este video provoca es cuán relativa es la realidad, e incluso, me implanta la duda si existe la realidad o es simplemente una ilusión creada por nuestras mentes. Cada hecho que observamos no puede escapar a la realidad de su conexión con la visión subjetiva del observador, en otras palabras, la realidad es siempre diferente para cada ser humano.
La pregunta que surge en este momento es conocer si la realidad existe o no, y cuáles los motivos por los cuales la realidad no existe desde el punto de vista objetivo, es decir, cuáles son los factores que alteran esa realidad.
Según los autores de la sospecha, Nietzsche, Marx y Freud, existen para cada uno de ellos, diferentes elementos que distorsionan lo que ilusoriamente llamaríamos realidad. El profesor del video hace una demostración de varias formas de distorsionar la realidad con el fin de demostrar algunas de las herramientas o condicionantes que confluyen para poder afirmar que es un constructo social. Esa reconstrucción de una realidad inexistente es afectada permanentemente y por tanto se trata de un proceso, en ocasiones individual, y en otras, colectiva, que transforma la visión ideológica del rol del individuo en su interacción con el entorno social.
En cierta medida me retrotrae a la alegoría de la caverna de Platón, donde para los hombres encadenados dentro de la caverna, la realidad consistía en sus propias sombras y la de los objetos que lo circundaban. No existía nada más, y si se les hubiera explicado sobre la existencia de sus propios cuerpos no serían capaces de comprender tal concepto por su condicionamiento social.