Aquí el autor da 14 recomendaciones prácticas para mejorar la escritura académica. Sostiene que las dificultades para escribir académicamente se deben, en primer lugar, a una formación deficiente y, en segundo, al intento de asumir una pose que vincula escritura académica con grandilocuencia y oscuridad. En la medida en que las dificultades están socialmente determinadas son plausibles de ser formalizadas, abordadas y superadas. A nivel epistemológico, asume una posición antir-representacionista radical y, por tanto, no hace ninguna distinción entre mundo y lenguaje. Desde este punto de vista, la escritura académica asume una posición muy relevante. Su propuesta es escribir de manera simple y no pretende ser superior en ningún sentido a las otras voluntades estéticas que la escritura académica expresa. Divide dicha propuesta general en 14 recomendaciones prácticas que, a su vez, se componen de una explicación general de la dificultad, algunos ejemplos y una serie de indicaciones concretas.