Se resalta la responsabilidad de los equipos científicos no solo en descubrir la causa de la enfermedad, sino también en comunicarla correctamente al público.
Enfatiza la importancia de la ética en la investigación y la necesidad de actuar con transparencia, cuando las decisiones pueden tener un impacto significativo en la salud pública.

No tienen suficiente evidencia científica para decir que una persona la transmite a otra, hay que investigar mas para no dar información sin validar, no querían desatar un pánico nacional

Conducen la buena moral del bien en dar partida a conocer sus estudios prematuros. Amplían por donde van entendiendo el manifiesto y comportamiento de una nueva enfermedad, en cambio eso no les otorga fiabilidad ética para pronunciarse frente a un hecho del cual no está científicamente demostrado. Y aunque su estudio pueda llevar mucho tiempo más del previsible para comenzar a prevenir o por lo menos alertar y disuadir a las masas sociales de una conducta indebida en la propagación de una enfermedad mortal. Y en consecuencia el no tener que desestabilizar los diferentes medios, secuencias y funciones sociales que en suma desde otros aspectos como el político puede ser frágil o vulnerable a crear caos.

En el segmento queda plasmado las distintas opiniones de la información que debe ser divulgada a la comunidad ya que carecen de fundamento científico para hacerlo.
Además, se puede ver la presión que ejerce la prensa y la política sobre las personas encargadas de la investigación.

Al saber que esta enfermedad podría causar un pánico nacional, la responsabilidad que tienen es no compartir información incierta.
Hay fuerte evidencia de ello, pero nada que puedan demostrar científicamente. Aunque eso tome 5 años para establecer pruebas científicas.

- Discutir, sacar conclusiones, llegar a una hipótesis, realizar estudios, recopilación de evidencias e investigar.
- Que no quede planteado un pánico nacional.
- Habían evidencias pero no pruebas científicas.