Cultura y el despegue lingüístico

Cultura y el despegue lingüístico

por PEREYRA VALENTINA -
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Como ya sabemos, cultura proviene del latín que refiere a "cultivo" como aquel "conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico." Es decir, es una agrupación de conocimientos y saberes a lo largo de la historia, de generaciones pasadas. Podemos decir entonces que la transmisión y el aprendizaje definen a la cultura, la creación de herramientas que ayuda a la mejora en la calidad de vida del ser humano. 

Aprendizaje entendido como la adquisición de nuevos datos, es decir, un conjunto de información que se transmite a través de datos que son recolectados de nuestro entorno.

Richard Dawkins introduce el concepto de "meme" como unidad de transmisión cultural, que define los comportamientos culturales imitados del entorno o ambiente del sujeto, estos memes complementan la cultura genética heredada. El mismo autor estudió a su vez, la evolución centrada en los genes, pero descubrió lo anterior tras estudios de investigación. 

El despegue lingüístico implica la multiplicación de datos, la transmisión de datos que hace a la expansión y el desarrollo a lo largo de diferentes generaciones de lo que es cultura. A nivel biológico, la configuración de nuestra faringe (vías respiratorias) así como los circuitos de nervios, en comparación a la de otros animales, se encuentra diseñada en forma más alargada y flexible para la producción de sonidos como los vocálicos (i, e y o), componentes fundamentales de las lenguas humanas. Estas maniobras se encuentran automatizadas en nuestro cuerpo Lo más interesante es el poder documentar esta transmisión de datos. 

"El lenguaje es el mundo"

Para Wittgenstein, un lenguaje es un conglomerado de juegos que se encuentran regulados por sus propias reglas y normas de uso habitual de la comunidad. Estos pertenecen a la colectividad y nunca a una individualidad. Por lo que surge la cuestionadora terminación mental como el "dolor", es decir, todos sentimos dolor, pero no podemos saber como ese dolor impacta a otra persona ni si es de la misma manera, ni si es de mayor o menor grado nuestro dolor en comparación de otro. Para Wirrgenstein esto le lleva a pensar que este término viene de la mano con otra serie de actitudes y comportamientos. Estos "problemas filosóficos" se encuentran enredados y ligados a nuestro lenguaje por lo que el autor señala que nos encontramos en una "lucha contra el embrujo de nuestro entendimiento por medio del lenguaje."