El ser humano no depende solo de su salud mental y física sino también de las interacciones con otros individuos. Esto quiere decir que el hombre no es independiente, sino que también necesita de otros individuos para vivir, esto sin embargo, se contradice con las actitudes que estos mismos tienen a la hora de pedir ayuda debido a que es visto como un signo de debilidad aun cuando todos la necesitan alguna vez en la vida.
En la sociedad se hace una distinción entre las personas discapacitadas y el resto, tanto así que estos mismos están aislados socialmente y no tienen las mismas oportunidades que los demás. A su vez, deben hacer otro tipo de esfuerzos adicionales como por ejemplo mudarse a ciudades que cumplan ciertos requisitos necesarios (como las rampas en los transportes públicos) para vivir una vida social normal.
También, podemos identificar la importancia que le da el ser humano a la conservación de ciertos aspectos básicos (como por ejemplo agarrar una taza) y cómo esto mismo crea otra diferencia entre los discapacitados y el resto, lo que conlleva a que dichas personas puedan llegar a sufrir violencia o rechazo por las formas que utilizan para realizar las mismas acciones.