Foucault plantea un nuevo análisis sobre el poder.  Sostiene que el poder no se posee, sino que se ejerce. No es una propiedad, sino una estrategia. El Estado no es un lugar privilegiado del poder; su poder es un efecto de conjunto. Propone en este sentido entender a la microfísica del poder (herramientas por las que se ejerce).Propone además abandonar el modelo de un espacio piramidal trascendente clásico de la forma de fluir del poder por el de un espacio inmanente hecho de segmentos. Asimismo afirma que hay que sustituir la imagen negativa del poder (que oculta, reprime, impide ...) por una positiva: el poder produce: normalización. Debe entenderse la ley, no como aquello que escinde limpiamente dos dominios (legalidad/ilegalidad), sino como un procedimiento por medio del cual se gestionan diferentes órdenes de ilegalismos; el ejercicio actual continuo de unas estrategias.

Esta concepción de poder se ajusta mucho más a nuestra realidad socio histórica. Incluso pueda esta concepción de poder emparejarse con el concepto de psicopolitica, ya que en ese ámbito el poder es ejercido para producir, por ejemplo el consumo, el comportamiento.  En ese caso el poder no se ve como propiedad, sino como estrategia para lograr un objetivo.