Enmarcando contexto teórico, destaco el concepto de “Capital simbólico”, que según Bourdieu, 1983, es toda propiedad intangible, existente únicamente en medida que sea reconocida por los demás; prestigio acumulado por medio del reconocimiento.
Siguiendo esta línea conceptual, Berardi desarrolla el concepto Semiocapitalismo, haciendo referencia a la forma de producción predominante en una sociedad en la que “todo acto de transformación puede ser sustituido por información y el proceso de trabajo se realiza a través de recombinar signos.” Para Berardi, la producción de signos se vuelve el ciclo principal de la economía.
Continuando con el análisis del valor de los signos y del peso del capital simbólico, me resultò de sumo interés el concepto de Psicopolítica (Han, 2014) ya que pone en tela de juicio , y despliega ante nosotros la realidad a la que estamos sometidos, o más bien, nos auto sometemos; realidad enmascarada para la mayoría detrás de la fascinación generada por la supuesta liberad , libertad de expresión y de contacto, vendida por la cibernética.
Por definición, la Psicopolítica es un “sistema de dominación que, en lugar oprimir, seduce para que los sujetos se sometan por sí mismos. Su eficacia radica en que éstos se creen libres sometiendo su libertad a la explotación”.
Como nos sometemos? Entregando nuestra información, partiendo desde el simplemente operar en red. Con dicha información nuestro comportamiento es pronosticado e incluso reconducido. El poder de coacción se torna ilimitado, ya que ni siquiera nos damos cuentas, la mayoría de la veces, que estamos bajo sus garras.
En textuales palabras “La psicopolítica convierte la vida en un juego, donde las gratificaciones y el éxito inmediato marcan los ritmos de la existencia. Facebook, Twiter e Instagram ocupan el lugar del confesionario, buscando la recompensa narcisista de lograr otro “Me gusta”. “
Respecto a esto también tengo una idea clara, desde siempre, y es que la mayoría de los sujetos, hacen las cosas, ya sea viajar, caminar, jugar con sus hijos, estudiar, mas con el fin de mostrar que lo hicieron, que por el placer real de haberlo hecho. Hay para quienes, si algo no se muestra en redes, ese algo no existe. Se tornan dependientes de ese “prestigio”, propiedad intangible, reconocida por los demás, gratificación inmediata, y lo acumulan a través de las redes, con la sensación de magnifica hipercomunicacion, sin ser conscientes de que cuanto más lo hacen mas sometibles y controlables se tornan. Y mas vacìos seguramente tambien. El concepto desarrollado por Han, así como todo su trabajo resulta sumamente interesante para algunos, y sumamente revelador para muchos.